Querido Colegio Sagrada familia,
somos estudiantes que han pasado bastante tiempo en tus aulas, allí en Pance.
¿Qué, por qué te escribimos? Porque no se nos ocurre una forma mejor de agradecerte lo que has hecho por nosotras. Y perdona si no siempre fuimos demasiado agradecidas… pero ya sabes cómo somos de adolescentes: baluartes de rebeldía, inconformismo y crítica. Siempre hay algo por lo que protestar: “¿por qué tantas horas de clase?”, “¿por qué no más tiempo de recreo?”, “¿para qué sirven las matrices?”.
Y después de todo, aquí estamos, profundamente agradecidas. Evidentemente, la familia también juega un papel muy importante, ¡pero no se debe olvidar todo el tiempo que pasamos en el colegio!
Gracias a ti aprendí que no hay un camino “estandarizado” hacia el éxito. Que el éxito no consiste necesariamente en ser un empresario rico o un reputado profesional. Que el éxito es multidimensional, camaleónico y variable. Y sobre todo, al alcance de todo aquel que lo persiga.
Gracias a ti hicimos grandes recuerdos que jamás olvidaremos.
Gracias x educarnos con tanto amor y paciencia.
GRACIAS 💜
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